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COMENTARIO DE HUGO ENRIQUEZ
ROMERO
ESTUDIANTE DEL DOCTORADO DE LA
PRIMERA PROMOCIÓN UNIVERSIDAD CESAR
VALLEJO” SEDE – CUSCO.
Municipalización de la Educación: Un fracaso más
del Gobierno de turno.
Quien hace el comentario sobre el presente ítem tuve la oportunidad de asesorar
en temas educativos en coordinación con tres Municipios y me plantearon una
agenda interesante en la que se encontraba la Municipalización de la Educación.
Y sin duda muy consciente de la papa caliente que significaba eso para un Municipio
que no había resuelto ni sus necesidades básicas como por ejemplo la carencia
del agua y desagüe, le dije que no se necesitaba municipalizar la educación
para trabajar y apoyar desde el Municipio al sector educación. Y que al margen
de las intenciones del Gobierno que en realidad no buscaba el desarrollo de la
educación regional y local sino cumplir con la carta de intenciones del Banco
Mundial se podría promover una educación de calidad como respuesta a la
compleja realidad educativa que demandaba un modelo educativo muy al margen del
discurso oficial que en realidad quería instrumentar un modelo económico,
usando la educación para formar ciudadanos de segunda clase y una sociedad de
consumo. Así después de haberlo apoyado en varios aspectos educacionales muy al
margen de la municipalización me retiré después de un mes de trabajo.
Hoy nuevamente el tema controvertido de la Municipalización de la
Educación se pone en la agenda educativa sin un debate de todos los actores
implicados: padres de familia, docentes, estudiantes ni especialistas. Y con el
acostumbrado autoritarismo el Gobierno de Alan García ha emitido el D.S. Nº
022-2010-ED incorporando a 606 municipalidades distritales en el ámbito de
intervención del Programa Nacional de Apoyo Directo a los más pobres JUNTOS a
la Municipalización. El dispositivo fue dado el 21 de octubre del 2010. Para el
caso de Puno serían 51 los Municipios incorporados, constituyendo un 46.79% de
total. Un fracaso más en las políticas educativas del gobierno que es muy conocido
a nivel de las altas esferas del Ministerio de Educación, pero sigue la
terquedad y la obstinada forma de implementar programas sin pies ni cabeza como
lo fue alguna vez el famoso PEAR y ahora el PELA que tiene otros objetivos
escondidos que la verdadera búsqueda de mejores logros de aprendizaje.
Hay argumentos de sobrada razón para sostener que este proceso no tiene
bases sólidas y tampoco significa una expresión de la ansiada descentralización
educativa que buscan nuestros pueblos. Al contrario, se trata de una forma más
de promover la desigualdad educativa. Por un lado los que pueden pagar los
estudios de sus hijos en un colegio privado; y por el otro, los más pobres que
no pueden pagar los estudios en esas instituciones, y que tienen que contentarse
con una institución pública municipalizada. Esa polarización lo vimos todos en
el debate Lourdes Flores y Susana Villaran. Y todo lo que tenga en nombre de
“público” para un sector de la sociedad peruana no sirve para nada, incluido
sus profesores y su sindicato.
Pero miremos las primeras experiencias de la llamada Municipalización
que constituyó un 2% de denominado “plan piloto”. La mayoría fue un fracaso.
Alcaldes con personajes sin conocimiento técnico ni pedagógico, menos
administrativo dirigiendo la educación de sus pueblos. Muchos de ellos
entendidos en otras materias como las ingenierías, el derecho, etc; pero menos
de educación. Así se condenan más la educación y sobre todo de las regiones al
suicidio educacional. Y claro, con una ventaja para los colegios privados que
trabajan con una curricula propia que no es el DCN y cuya función social es
procurar la desigualdad, la distinción y muchos artificios de dominación
social.
La otra mirada que debemos hacer es a la experiencia internacional. En
Chile, los estudiantes piden la intervención directa del Estado y no vía los
Municipios, por la falta de presupuestos, la politización de la educación y el
incremento de la corrupción. Algo parecido ocurre en México donde el reclamo es
la participación del Estado como responsable del futuro de un país. Ciertamente
los municipios en América Latina no han aprendido a resolver sus necesidades
básicas y tienen problemas muy delicados en administrar la Educación.
Busquemos una verdadera descentralización educativa sin autoritarismos a
través del debate, los consensos sociales con propuestas que tengan legitimidad
regional y local. Y no políticas educativas que son causas perdidas para el
futuro de nuestros niños y niñas.